lunes, octubre 29, 2012

No llegó a tiempo

No llegó a tiempo. Corrió cruzando media ciudad, como el viento entre los sauces, como la primavera llega cuando ya nadie la espera, agazapada, deshaciendo la nieve con la punta de los dedos.

Entró en la estación gritando tu nombre: "¡Claudia! ¡Claudia! ¡Claudiaaaaa!" cruzó la mirada con una chica en blanco y negro, cartel de perfume con ojos inexpresivos.

Ya no había tren en el andén, no había horario ni billete, y tú viajabas en la serpiente metálica perdida en otros pensamientos, quizás hacia otros brazos.

De rodillas en mitad de la gran sala, gente en los bancos que le mira con desaprobación, "ha gritado", "está loco", "qué molesto", y él, las manos sobre los ojos, el sombrero tirado en el suelo, llorando.

Al cabo de una enternidad hizo acopio de valor, decidió seguir adelante en un mundo cruel, sin ella. Recogió el sombrero y lo sacudió, ojos enrojecidos, mirada perdida, y el policía recién llegado le controlaba desde la puerta. Aturdido, sale por la puerta, vuelve a su casa, a su cama, a su cueva sin luz, sin vida. Sin Claudia.







miércoles, septiembre 12, 2012

Jaque a la Reina Bruja

La Reina Bruja entra en la discoteca sobre un palanquín portado por sus esclavos. Todos la miran, incluso el DJ pincha su canción de entrada. Se sabe admirada y deseada y, consciente de su poder, saluda con desdén a la masa y con besos de cartón a los miembros de su círculo VIP.

Acodado en la barra, el Caballero de la Triste Figura siente que ha llegado su momento: apura su cerveza de barril para darse ánimo y, de un empujón, se lanza a la misión suicida de la noche. Con fintas de kamikaze supera el círculo protector de amigas y pretendientes y se planta ante la Reina. Sus miradas cruzan, se chocan.

Él sabe que sus posibilidades son casi nulas, pero eso no va a pararle: tira a fondo, lanza sus mejores golpes, pone toda la carne en el asador. La Reina Bruja es una veterana curtida en mil batallas, en cientos de pistas de baile: ha pisoteado los huesos de miles de caballeros mejores que el que tiene delante. Y sin embargo...

Quizás porque los ojos de este caballero son verdes, porque el cielo está oscuro, porque el agua moja, porque esta noche es el principio del resto de su vida, pero la Reina decide darle una oportunidad: sus amigas, sus pretendientes pijos, hasta los camareros se frotan los ojos porque no pueden creer el imposible. La Reina, su Reina, saliendo a la pista ¡con ese infeliz!

El Caballero de la Triste Figura se mantiene firme, aunque en su interior algo se derrite... en algún momento se perderá, será un gesto, una mirada, una palabra. La Reina le dará la espalda y él volverá a caer al pozo, a hundirse en las arenas movedizas, volverá a la estepa de donde nunca debió salir. Pero aquí y ahora es el Rey Arturo, es el mago Merlín, es el Hombre que Derrotó a Los Molinos Gigantes, el que mató a Liberty Balance.

Pase lo que pase a partir de ahora, el frágil mundo de la noche, el baile y la fiesta, recordará este preciso instante en su Salón de la Fama. Para siempre.

Huella

Una huella
en la arena de la playa:
tu silueta.

martes, septiembre 11, 2012

Frío

El diablo empolainado
me dijo que me esperabas;
no era cierto,
pero yo quise creerlo.

Fuí a tu puerta, y derramé
lágrimas de vergüenza
al ver que salías con otro,
que no pensabas en mí.

Al cabo, el diablo volvió
con otro cuento que yo compré.
Era invierno, y necesitaba
tu calor con desespero.

Y tú con otros, y yo tan triste.
Y tú con otros, y yo tan triste.
Y tú con otros, y yo tan triste.
Frío.

lunes, septiembre 10, 2012

El Rey del Matadero

El Rey del Matadero
riendo a carcajadas
abre las puertas:
uno, dos, diez chicos
a medio descongelar
corren hacia nosotros
aullando y gritando,
los ojos en blanco.

No quiero morir,
los voy apartando
a trozos
con mi espada
de cerámica
y cobalto.

Todos mueren,
yo me salvo;
ahora toca
enfrentarse al Rey.


lunes, agosto 13, 2012

Sentado en un cable



Caminando por el cable que une dos acantilados
entre tinieblas y paso a paso
y cada paso quizás el último.

El acróbata llega hasta la mitad;
con un suspiro, se sienta,
se acomoda sobre el cable.

Llega el viento del mundo.
y con el viento, las palabras:
Nadie sobrevive sentado en un cable
Nadie sobrevive sentado en un cable
Nadie sobrevive sentado en un cable

Pero él no se va a mover.
No se va a dormir,
ni va a comer, ni va a morir.

Entre dos soles y con ninguno,
porque no la decisión no llega,
porque la corriente ya no puede llevarle.

Y el cable se bambolea,
y el saltimbanqui, tenso, agarrado, piensa.
Nadie sobrevive sentado en un cable
Nadie sobrevive sentado en un cable
Nadie sobrevive sentado en un cable



lunes, julio 16, 2012

Brutalmente engañados por el amanecer


Brutalmente engañados por el amanecer
salimos desnudos del nido de sábanas,
con los ojos cegados por la luz.
Abrazados, bien juntos, tiritando, temiendo:
ayer, hace mil años, fuimos uno;
ya no.

miércoles, junio 13, 2012

Un mono bebiendo anís


- Houston, un mono está bebiendo anís sentado en el ala del transbordador.

- Aquí Houston, ¿de qué anís se trata?

- iiik, iik, iiik... perdón Houston, el mono mascando cacahuetes liofilizados se ha apoderado del telefonillo transmisor. Pero hemos conseguido quitárselo de nuevo. ¡Atrápalo, Kolya, atrápalo, por Dostoyevski!

- Aquí Houston, de dónde ha salido ese mono, y reitero la pregunta: ¿de qué marca es el anís que bebe?
- En la etiqueta leo "anís La Castellana", Houston.

Y todo el mundo en el centro de control de Houston se quedó cabizbajo por la incongruencia.
Mientras, el transbordador pilotado por el mono se dirigió directamente al sol y ardió, pero qué importaba ya...



jueves, mayo 10, 2012

Oscuridad en la Tierra

Al borde
del vertedero multicolor en que se convierte tu vida
cuando pasas la frontera de la desesperación,
del amor al intenso odio,
y de la rabia al cansancio.

El fruto de tus besos podrido en mis entrañas,
amargas palabras negras al viento;
soledad insoportable
en un mundo oscuro y desmadejado.

Y sin embargo, anoche sonreí al recordar
que dormías
bajo mis mismas estrellas...

jueves, mayo 03, 2012

En el País de las Maravillas



En el País de las Maravillas
los conejos hablan, las cartas guerrean,
las orugas fuman, los gatos desaparecen;
los sombrereros celebran con las liebres,
y al otro lado acecha el bandersnatch.

En el País de las Maravillas
todo es triste y colorido, y negro y despótico;
y se vive para siempre, y todo está ya muerto,
y los lirones duermen tan tranquilos,
en el fondo de las teteras de una fiesta...
y en él tampoco hay lugar para tú y yo.


jueves, abril 26, 2012

El cofre del lago helado

A partir de ahora, tu nombre está en una lista.
La lista está guardada en el interior de un cofrecito negro.
El cofrecito está en el fondo de un lago helado.
El lago está lleno de personas atrapadas en el hielo,
y se encuentra en el noveno círculo del infierno.

miércoles, febrero 08, 2012

El Jaiku del dragón

Asalto nocturno
lamiendo el dragón
de tu piel

viernes, enero 20, 2012

Los lápices de Donutski

Para evitar distracciones, tomé un tren hacia una ciudad vecina. Es una ciudad más pequeña, más fría, y allí no conozco a nadie.
Me registré en un pequeño hotel, pequeño pero con buena pinta, el Hôtel des Âmes.

Dejé mi bolsa sobre la cama, me senté en el pequeño escritorio y cogí el papel de carta y el lápiz que te regala el establecimiento. Iba a escribir mi novela, La Novela en Mayúsculas, que me haría rico, famoso y que me permitiría codearme con mis ídolos.

Empecé a soñar despierto:
- Hernán Donutski, encantado.
- Espera... ¿el autor de La Novela en Mayúsculas? ¡Soy un gran admirador tuyo! ¡Tu libro cambió mi vida!
-Gracias, Hemingway, tus libros también me gustan.
- Llámame Ernest.
- De acuerdo, Ernest. Gracias por leerme.
- No, no, gracias a tí por escribir...

Ernest se aleja, con lágrimas en los ojos... un tío duro como él, ¡conmovido!
Por supuesto, mr. H. tendría que aprender Español y resucitar para poder charlar conmigo. En fin, si algo he aprendido en este mundo es que con un poco de imaginación puede pasar cualquier cosa.

El caso es que estoy lápiz de hotel en mano, ansioso por empezar: no se me ocurre nada. Empiezo a garabatear palabrejas sin sentido en el primer papel, para ver sis surge la musa. Me quedo asombrado: ¡resulta que el lápiz es una maravilla!
Qué fino, qué suave, qué gran trazo, qué elegancia al girar las curvas, qué presteza para surcar el papel a la menor presión...

Sin darme cuenta, emborrono todas las hojitas hasta los márgenes, incluída la cabecera que indica "Hôtel des Âmes". Estoy terminando la última cuando el lápiz se queda sin punta. Por supuesto, ningún sacapuntas a mano. Ninguna navaja, ningún cuchillo. Lo intento con la maquinilla de afeitar, pero no resulta.

De pronto tengo una inspiración: en algún lugar del hotel tiene que haber ¡una caja entera llena de lápices de estos!
Un hambre atroz se apodera de mí. Tengo que conseguirlos. ¿Pero cómo?
¿Quién es el afortunado ser humano que tiene acceso al cuarto de material? ¿Quién repone los lápices cuando los clientes los roban impunemente?
Escucho un ruido en el pasillo: es una de esas simpáticas señoras que impiden que los homínidos cavernarios como yo vivan en una cochiquera. ¡Es ella! ¡Ella tiene acceso al Santo Grial!

Pienso en seducirla con palabras, pienso en venderle mi cuerpo y mi alma, pero cuando salgo al pasillo ella no está. Sin embargo, en su carrito ¡la caja de pandora! ¡el arca de la alianza! ¡Una hermosa caja de lápices mágicos abierta en la que se amontona la felicidad en palitos!

No me avergüenza confesar que, temblando, cambio la caja por un billete de veinte, la meto en la bolsa con el resto de mis cosas, todo a presión, de cualquier manera. Bajo a la calle y huyo del hotel como alma que lleva el diablo.

Han pasados tres semanas y aún no he empezado a escribir la novela, lo voy dejando. Pero el día que empiece, y voy a empezar, los lápices me llevarán al paraíso de la creación.

jueves, enero 12, 2012

Detalles

Sorprendí a mi padre leyendo poesía a escondidas,
y me encontré a un futbolista leyendo un libro en el tren;
ví un cerdo negro salir volando hacia el cielo con una sonrisa
y a Jesús el nazareno comprando en la sección de congelados.
 
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